Ya no estoy para estos trotes.

Últimamente el karma me ha estado cobrando deudas del pasado, me han sucedido varias cosas de esas que dices interiormente: “Si un video aficionado me hubiera estado grabando, el imbecil ya seria millonario”.
De alguna manera estoy pagando lo mucho o poco que he hecho indebidamente a lo largo de mi vida.
Mi maldita suerte nunca ha sido la mejor, y no solo yo pienso eso, si no mucha gente que me conoce, comparte la opinión.
En estos últimos días me he puesto en la madre en demasía, cosa que no me pasaba desde mis buenos tiempos de deportista post-amateur-semi-semi-profesional.

En mi sala tengo esperando un Wii y un Xbox 360, el ansia nos come a los tres por volvernos a juntar; tal y como lo hubiera hecho en el pasado. Yo pensaba que en estos días por fin me reuniría con mis preciados aparatos, pero me acabo de percatar que apenas es el principio de una abstinencia videojueguil involuntaria amplia.
Y no mencioné que esta situación me esta haciendo perderme de esos domingos al medio día en C.U., aparte de la clásica borrachera de las tardes. Me carga el payaso.

A todos los que han visitado este lugar y comentado sabiamente, les digo muy sinceramente: